¿Qué es más importante: la calidad del alimento que tomas o las calorías que tiene?
Esa es la primera pregunta que debemos responder cuando hablamos de nutrición orientada a la salud y no solamente a la estética, que por otra parte, si no es la primera, debería estar entre las primeras también cuando hablamos de estética.
Un producto real, no puede ser bajo en calorías, cuando hablamos de bajo en calorías hablamos de un producto que ha sufrido modificaciones para conseguir tener unas calorías inferiores a las que de por sí debería tener. Entonces, no es un producto natural o real por así decirlo.
Estoy harto de ver a gente con un físico que solamente se puede conseguir mediante anabolizantes comiendo hamburguesas en un restaurante de comida rápida, levantándose la camiseta y mostrando unos abdominales que no tenía ni Arnold Schwarzenegger en sus mejores momentos diciendo: «Lo importante son las Calorías.», «Yo sigo la dieta flexible.»,»Soy 100% natural.» Y lo peor no es que diga esto, lo peor es que la gente se lo llega a creer.
Una dieta que se basa solamente en contar kcal puede ser buena o mala, depende de como la hagamos, pero lo normal en una dieta flexible es que solo nos fijemos en las Kcal que tiene un producto y no en la calidad de este. Del mismo modo, si solamente nos fijamos en las Kcal del producto sin preocuparnos por nada más estamos dejando a un lado el importante mundo de los micronutrientes, tan necesarios para nuestra salud que en el momento que tenemos déficit de ellos caemos enfermos.
Es importante que basemos nuestra dieta en la mayor parte que podamos en alimentos sanos, frescos, naturales y reales, y lo menor posible en platos precocinados, empaquetados, harinas refinadas…
«La vida no está hecha para contar calorías, elige productos reales y dejarás de hacerlo.»