Nuestra gloria más grande no consiste en no haberse caído nunca, sino en haberse levantado después de cada caída.
Y es que caer nos caemos todos, pero levantarnos y reponernos es lo que más cuesta y es lo que distingue a las personas que deciden dejarse llevar, echando la culpa a la dichosa suerte o al destino por no tener el valor suficiente para afrontar los problemas que le han surgido. Mientras que por otra parte están aquellos que se reponen tras cada caída y consiguen superarse así mismos, convirtiéndose en una versión más fuerte de la que eran.
¿A que grupo prefieres pertenecer tú?
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