Crónica de una carrera vertical

Nuestra historia comenzó a las 7:45 de la mañana, aun que lo que fue dormir el día anterior, más bien poco, porque los nervios de saber como iba a ser eran tan fuertes que cada dos por tres te levantabas para ver si estaba realmente puesto el despertador.

A esta hora era a la que habíamos quedado unos cuantos compañeros para poder ir para Madrid a recoger dorsales y ver que se movía por ahí, pero al recoger al último nos tuvimos que volver ya que con las prisas se me había olvidado la hoja de inscripción que más tarde no necesitaría, pero eso no lo sabíamos.

Conseguimos llegar a las 9:10. El ambiente era increíble y el tiempo acompañaba.

Nos reunimos con todos los compañeros y a algunos se les veía cara de nerviosismo. Yo por mi parte estaba algo preocupado, ya que estaba con dolor de espalda y no podía moverme muy bien. Quería meter un buen tiempo, ya que aun que la semana anterior no hubiera entrenado por dolores y porque no tuve nada de tiempo tenía confianza y quería, aunque me sentía preocupado por eso. Pero para levantarme el ánimo volvía a estar a mi lado mi compañero Alfredo, el cual nunca me falla cuando estoy agobiado por alguna cosa y me hace ver que a las cosas le damos más importancia de la que realmente tienen. Es una carrera. Mi primera vertical. Hay que disfrutar. No siempre hay que pensar en la competición.

Cuando me quise dar cuenta ya estábamos los dos casi en la línea de salida cuando se nos acerco una chica de la televisión. Quería que nos grabásemos en el móvil mientras subíamos. Mire a mis compañeros y éramos unos 8 y pensé: madre mía lo que puede salir en el vídeo… al final uno accedió aunque acabo cansado de ir con el móvil, tropezándose con los escalones por ir grabando y empezó a gritar en medio de la torre.

Como podéis imaginar, el vídeo finalmente no salió en la tv. Ni eso ni las entrevistas que nos hicieron con el resto por detrás haciendo un poco el capullo.

Pero el ambiente era festivo, todos estábamos excitados con la carrera y teníamos ganas de pasarlo bien.

Nosotros ya habíamos acabado, solo quedaba esperar a que nuestro entrenador subiera con todo el equipo de bomberos (esta prueba solo la podían hacer bomberos profesionales, aun que David Meca, al ser famosote se lo permiten todo, y le dieron un equipo para que lo hiciera). Ya estaba en la salida y se oían como 20 voces gritando, animándole y llamándole paquete (con cariño siempre). Después de 30 minutos nos enteramos de que está arriba

recuperando. Que había llegado en las últimas. El esfuerzo que había echo había sido tremendo. Había salido súper fuerte y aunque no sabemos el tiempo, seguro que fue bastante bueno.

Al final todo fue un susto y no consiguió que se nos estropease el día hasta que nos dimos cuenta de que había llegado Ana Botella. Hay acabo la diversión y empezaron las quejas por temas de oposiciones y demás. Pero ese es otro tema que nada tiene que ver con el deporte y esta persona, al menos de momento, no merece más líneas que las que ha tenido.

Con el objetivo cumplido, una camiseta, unas cuantas revistas y powerade conseguí pasar uno de los mejores días de este año.

Solo me queda animaros a que os apuntéis a la siguiente ya que es una pasada.