Empezamos la semana pensando en que nos tocarían cuestas, y resulta que ya hemos acabado ese entrenamiento y hemos empezado a realizar cambios de ritmo, así que toca concienciarse nuevamente.
Era el primer día y ya nos tocaba hacer cambios de ritmo de2’con una recuperación de2’y a pesar de mi asombro, conseguí mantenerlos los cuatro, entre 3’20’’ y 3’30’’. Lo único que me resulto incomodo fue la pista por donde corrimos, ya que tengo malas experiencias, ya que es donde me lesione la última vez, y ciertamente es una pista muy dura, con curvas muy cerradas donde las rodillas sufren mucho. Pero finalmente, y a pesar de todo, acabe bastante contento del rendimiento.
(Os dejo la gráfica de velocidad del Garmin en los cambios de ritmo de 2′)
El segundo día no iba a ser menos, y ya nos iba adelantando nuestro entrenador que también tocaban cambios de ritmo, esta vez de30”y 1’30” de recuperación. Parece que no es gran cosa, pero hay que verse haciéndolo, y consiguiendo mantener un buen ritmo.
Volvimos a la maldita pista que tanto me hace sufrir las rodillas. Hicimos mitad de cambios en cada sentido, ya que como he comentado antes tiene curvas muy cerradas y cargan mucho las rodillas. En el quinto cambio empezó a molestarme la rodilla izquierda, y suerte que ya tocaba cambio de sentido, si no, no se si podrí haber aguantado.
Al final acabe bastante fuerte (con un pico máximo de 33km/h, a 1’50’’ más o menos el km.), aunque también estuve reservando un poco fuerzas por las molestias en la rodilla y porque no transcendiera a más. Tuve suerte. Conseguí volver corriendo.
(Os dejo la gráfica de velocidad del Garmin en los cambios de ritmo de 30»)
El último día de entrenamiento, en el que teníamos un magnifico Oregón, tuve que saltármelo por motivos de trabajo.
A pesar de todo, acabe la semana con muy buenas sensaciones, y deseando empezar la siguiente, con más volumen de trabajo y pensando que esto tiene que ir mejorando aun mucho más.
“Cuando digas que no puedes más… ¡Cállate y corre!”
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