Hidratos de carbono o carbohidratos:
Son moléculas orgánicas compuestas por carbono, hidrógeno y oxigeno. Estos almacenan energía, se disuelven en agua y se almacenan en nuestro hígado, en el plasma sanguíneo y en nuestra musculatura. Estos tienen que mantenerse dentro de unos parámetros concretos en la sangre (glucemia).
Cuando nos han hecho una dieta, y vemos que en vez de medir nuestro consumo de alimentos en calorías lo han hecho basándose en el índice glucémico no os asustéis, esto solo consiste en la comparación de alimentos dependiendo de lo rápido que se digieren y absorben los carbohidratos en nuestro cuerpo. Cuanto más fructosa contenga el alimento menos índice glucémico.
Cuanto más alto sea el índice glucémico de cada alimento, la segregación de insulina será mayor y tendrá consecuencias como reducir los niveles de segregación de la Hormona de crecimiento, y si es la segregación de insulina es grande, los carbohidratos pueden convertirse en grasas.
Por todo ello, cada tipo de carbohidrato tiene que consumirse en distintos momentos del día.
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